En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharle. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo:
«Ese acoge a los pecadores y come con ellos».
Jesús les dijo esta parábola:
«Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre:
«Padre, dame la parte que me toca de la fortuna.»
El padre les repartió los bienes.
No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, emigró a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente.
Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad….
Recapacitando entonces, se dijo:
«Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me levantaré, me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros».
Se levantó y vino a donde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se le conmovieron las entrañas; y, echando a correr, se le echó cuello y lo cubrió de besos….


Para entender bien el mensaje de las parábolas de la misericordia de Dios hacia las personas más necesitadas de atención y cogida es conveniente que nos fijemos en el por qué dice Jesús estas parábolas y a quiénes van dirigidas.
Los publicanos y pecadores escuchaban a Jesús y Jesús se encontraba a gusto entre ellos, les hablaba del reino de Dios y les animaba a la conversión. Los fariseos y escribas consideraban a los publicanos y pecadores como enemigos y contrarios a la ley judía y, en consecuencia, como enemigos del reino de Dios.
Lo que ahora les dice Jesús a los fariseos y escribas es que Dios, su Padre, no actúa así con los pecadores, sino que, al contrario, los busca constantemente y se alegra muchísimo al encontrarlos. Yo, les dice Jesús, actúo como actúa mi Padre. Este proceder tiene una única causa: el amor del Padre hacia todas las personas, con especial atención hacia las personas más alejadas y perdidas. Mi Padres es rico en amor.
Al comenzar este nuevo curso escolar, que el amor al prójimo sea en nuestro proceder lo que marque la diferencia.