El P. José López Martín había nacido en Báscones de Ojeda (Palencia) en 1922. Fue ordenado sacerdote el 13-03-1944. Había sido destinado a distintos colegios de nuestra Provincia del Santísimo Nombre de Jesús de España, pero donde estuvo más tiempo residiendo, trabajando y rezando, fue aquí en Santander.

En concreto más de cincuenta años. Ya de continuo le tenemos por estas tierras desde 1973, fue de los últimos del colegio viejo, y el primero de los que vinieron al Sardinero.

Era un profesor especial en todos los sentidos, dejó huella personal y académica en los alumnos que tuvo hasta el año 1995. Es fácil recordarle con su bata blanca, los bolígrafos sobresaliendo de un bolsillo y con un pelo que le daba un aire similar a Einstein.

Él introdujo en el mundo de la física a cientos de alumnos. Como si fuera una letanía o un salmo responsorial, acometía la física diciendo: “Datos, unidades, fórmulas”. Más en concreto, él decía:»si no te sale el problema es porque no te sabes las fórmulas, lo primero que tienes que hacer es leer el problema y luego escribir en el papel, DATOS, UNIDADES, FÓRMULAS….. y te resultará más fácil!».

Seguramente, los que se han dedicado a la enseñanza, los científicos, médicos e ingenieros que hoy son y un día fueron sus alumnos saben de lo benéfico de su magisterio. También fue un innovador en materia de pedagogía, fue el primero en emplear en sus clases el trabajo colaborativo.

Después de jubilarse, prácticamente se dedicaba al mantenimiento de la casa, sus conocimientos de electricidad eran un gran servicio a la comunidad. Era sabio y además no le importaba enseñar lo que sabía a quién se lo pidiera o lo necesitara. Pero, “López”, como le conocíamos los agustinos, había sido mucho más, “… Maestro de Profesos, Consejero Provincial, Prior Provincial de los agustinos (para entendernos, el Superior de 350 frailes)…

Se ha ido a la casa del Padre una de las piedras angulares de este nuestro colegio de San Agustín, “Maestro” de “Maestros” y buen compañero.

El día 29 de abril, miércoles, a las 19.30 en la Iglesia de los Agustinos le daremos el último adiós, aunque desde la fe y desde el recuerdo, sabemos que él ya no nos abandonará jamás.

Sobre el P.López y compañeros