La película comienza con una entrevista de trabajo en la que a María de las Montañas le preguntan, que tipo de persona es, y tras darse cuenta de que no cumple ninguno de los requisitos para ser considerada “normal”, se pone manos a la obra para convertirse en una persona que entre dentro de los “parámetros oficiales”.
Medito sobre el film, y buscando la normalidad, empiezo por el primer baremo, el curro. Mi trabajo puede ser divino, pero ¡normal!, ¡normal!, aunque sea solo por la escasez de sacerdotes, podríamos casi calificarnos como “de especie en extinción”.
Casa, bueno, por un lado tengo vivienda, aunque no en propiedad, un apartamento de apenas veinticinco metros cuadrados, pero con dependencias comunes.
Pareja, ¡qué les voy a decir¡, vivo con otros diecisiete hombres, de distintas edades y mentalidades. Por favor, aquí, ni risitas, ni ningún tipo de comentario.
Vida social, depende del cargo o servicio que uno ocupe, más intensa si eres director o párroco, institucional si eres el prior, liberado de ella o reducida a los límites que uno desee si estás jubilado.
Aficiones, ¡menuda! Soy del atlético de Madrid y he hecho mía la frase del Cholo “partido a partido”…me encanta pasarme solo unos treinta días al año, mientras hago de cura rural y dedico mi tiempo a rezar. Alterno cuando puedo, “bricolajes varios” con paseos al atardecer… para no asustar, no les voy a contar más.
Vida familiar, bueno, más o menos equilibrada, “como las dietas”, prefiero no entrar en detalles. Y la pregunta final, ¿soy feliz?, “pues a días y a ratos”. Tampoco me pondría como ejemplo de trayectoria vital para nadie.
Entonces ¿que es la normalidad?, no sé, después de este rato de introspección psicoanalítica y castigo emocional profundo inferido por mi mismo a su peor enemigo que soy yo, lo mejor es concluir que quizá sea algo que nos contamos todos para no asustarnos. Aún sabiendo que nadie quiere ser tildado de “borrego del rebaño”.
Y en definitiva ¿que problema tiene ser anormal?, esto es, salirte de la norma. ¿Qué problema tiene, si al fin y a la postre, te encuentras bien contigo mismo y las personas que te rodean y conforman el centro de tu vida se ríen contigo, a veces de ti y por último te quieren como eres?