Alguna vez me han dicho, “¡No tienes abuela!”, lamentablemente, ni abuelas, ni abuelos, ¡por eso los echo de menos!
Dice un aforismo, “Cada vez que muere un viejo, se quema una biblioteca”. Sus frases son quintaesencia de su propia vida, resúmenes vivos de su historia personal, eco de sus reflexiones hondas, ratos de oración y contemplación.
Sus palabras se asoman a sus labios, llegan empapadas de lágrimas o cargadas de risas. Y el nieto escucha sin pestañear, porque sus refranes, expresiones, pensamientos, suenan a sabiduría, a hoja de ruta.
Ahí van algunos de ellos, aptos para ser rumiados, despaciosamente.
Cuídate mucho de quien promete el cielo y amenaza a un tiempo con las ascuas del infierno, porque nunca se cocinaron besos con espinas.
Querido nieto, has sido elegido para ser pescador de hombres y no solo aburrido cuidador de peceras.
Sospecha de quien está demasiado seguro de sus verdades.
¿Pecado?, pecado es no haber luchado denodadamente por ser feliz.
Muy pobre es quien solo sabe regalar dinero.
El silencio es mucho más elocuente que las palabras.
Enseña a dudar y formarás sabios.
¿Qué si son importantes los hombros en el cuerpo humano?, claro, por eso te pido los tuyos para reposar de mis quebrantos.
Respeta a todos los hombres, da igual su raza, el esqueleto de los negros es tan blanco con el de los blancos.
¿Qué es amar? Amar es vaciarse de uno mismo y llenar el hueco con el otro.
Respeta el ritmo de los otros y no arranques la espiga por quererla más alta y madura antes de tiempo.
Pd: Día 12 de marzo, DÍA DE LOS ABUELOS en el colegio San Agustín, ¡GRACIAS!