¿Cómo hacer beber al burro que no tiene sed?
Es patrimonio popular responder a esta pregunta, aunque bellamente, un contador de historias la narró así; “Había un jumento que se negaba a beber agua por más que a ello le instara su amo. Si bien la tozudez de estos animales es proverbial, en este caso se revistió de total inflexibilidad.
El dueño tenía que hacer un viaje a una población cercana, pero como conocía el camino y la dificultad para abrevar al ganado en el transcurso del mismo, quería llevar al pollino ya aviado en cuanto a comer y beber se refiere.
Pero el día y el animal estaban de que no, y por más que le dijera, le animase, le arrease, e incluso le pegase, el burro no acercaba su hocico hasta la pila de agua, aunque los juramentos del aldeano si llegaran al cielo.
Acertó a pasar un conocido, que ante la situación y después de preguntar lo que pasaba, con cierta sonrisa, le dijo al atribulado ganadero cómo había de resolver su problema.
Agradecido el buen señor siguió el gratuito consejo y al cabo se puso manos a la obra. Cogiendo al asno del ronzal, lo llevó adonde pastaba una reata de burros, y ¡oh milagro!, al verlos beber en el riachuelo cercano, el pollino olvido sus asnales razones y también bebió.”
¡Qué cosas!, sólo ante el ejemplo de los vecinos sedientos, el burro descubrió su necesidad y se entregó al regalo del agua.
Queremos inculcar en los jóvenes valores, muchos, a veces demasiados, queremos que sean honrados, veraces, ejemplares y hasta piadosos, y una y otra vez como el amo de la historia, decimos, animamos, arreamos, y no conseguimos mucho, a veces nada y otras todo lo contrario de lo que perseguimos.
Entonces como una avalancha caen sobre nosotros, frases y dichos referentes al bien y los logros de la ejemplaridad.
“Dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás; es la única manera” (Albert Einstein), “El principio de la educación es predicar con el ejemplo” (Turgot), “El ejemplo es una lección que todos los hombres pueden leer” (Morris West).
Seguimos a vuelta con la educación, con la mejor manera y modo de educar a nuestro futuro que son los niños y los jóvenes, y me da la impresión de que en algún lugar de nuestros proyectos curriculares nos hemos olvidado al maestro ejemplo.